Desde su creación, los implantes dentales se utilizan cada vez más y se consideran una excelente opción para reemplazar a los dientes cuando se lesionan o se pierden. Sin embargo, un estudio reciente llega a la conclusión de que este tratamiento no siempre es la mejor alternativa. Estamos acostumbrados a que, cuando algo se rompe o no funciona, sencillamente lo reemplazamos. Esta idea se ha extendido incluso, en algunos casos, al cuerpo, ya que gracias a los avances de la ciencia actualmente es posible reemplazar o sustituir muchas de sus partes. Los implantes dentales, por ejemplo, le han devuelto la sonrisa (y una digestión y una fonética, o sea, la forma de hablar adecuada) a muchas personas que han perdido alguno o varios dientes, ya sea por el paso de los años, por accidentes o por daños severos. Continué Leyendo... Comments are closed.
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